Me registraba en un hotel local y conocí a un semental negro ansioso por complacer. Conectamos al instante, su gruesa polla coincidía con mis deseos. Nuestra intensa follada nos dejó a ambos gimiendo en éxtasis.
Hace poco me encontré en una habitación de hotel con un hombre que acababa de conocer.Estábamos allí para disfrutar de un apasionado acto de amor.Estaba ansioso por mostrar su impresionante dotación, que encontré intrigante.Al bajar la cremallera, brotó una gruesa y masiva polla negra, dejándome embobada.No pude resistir el atractivo y con ansias la tomé en mi boca, saboreando cada centímetro.Sus gemidos llenaron la habitación mientras trabajaba mi magia, haciéndola aún más dura.Luego me volteó y comenzó a explorar mi cuerpo, sus hábiles manos mandan estremecimientos por mi columna.Podía sentir su deseo creciendo a medida que me provocaba, antes de finalmente hundir su gruesa polla profundamente en mí.La sensación fue abrumadora, mi cuerpo temblaba de placer mientras me cogía sin descanso.Sus fuertes manos se agarraban de mis caderas, guiando nuestro ritmo, llevándonos a ambos al borde.Susgemidos resonaron en la habitación, un testimonio del intenso placer que compartimos.Fue una experiencia salvaje e inolvidable que nos dejó sin aliento y satisfechos.