Conocí a mi prima madura en el baño, y no pudimos resistir las ganas. Nos escabullimos a un puesto apartado para una sesión de ducha caliente, disfrutando de nuestros deseos prohibidos.
Después de un día de arduo trabajo, tuve que usar el baño y noté a mi prima madura usando el puesto junto a mí.Al terminar mi negocio, no pude evitar notarla limpiando en el espejo.La vista de su cuerpo maduro y el acto íntimo de autocuidado encendieron un deseo dentro de mí.Me acerqué a ella, nuestros cuerpos entrelazados en un abrazo apasionado.Nuestras respiraciones se volvieron pesadas al desvestirnos, dejando al descubierto nuestros cuerpos desnudos bajo la ducha caliente.El baño hacía eco de nuestros gemidos al explorarnos los cuerpos de los demás, nuestras manos deambulando libremente.El sabor de su piel, la sensación de su cuerpo contra el mío, el aroma de ella, agudizaron todo mi placer.Nuestros cuerpos se movieron en sincronía, nuestro ritmo se hizo cada vez más rápido e intenso.El clímax nos dejó a ambos jadeando por aliento, nuestros cuerpoes todavía se entrelazaban en la ducha.La experiencia me dejó con un abrumador sentido de satisfacción, un recuerdo que permanecería conmigo.