Después de una ducha caliente, me entregué al placer en solitario con un gran consolador en el baño.La sensación fue intensa, y me recreé en el éxtasis hasta llegar al clímax.
Después de una ducha caliente, me encontré en el baño, mi cuerpo todavía brillando con agua.Al alcanzar mi toalla, mi mano rozó mi polla palpitante, y sabía exactamente lo que necesitaba para satisfacer mi lujuria.Me abalanzaba hacia el botiquín, buscando el juguete perfecto para llenar el vacío.Mis ojos se asentaron en un dildo grande y rosa, solo esperando ser usado.No pude resistir la tentación por más tiempo.Agarré el dildo, mi corazón se aceleraba con anticipación.Me tomé mi tiempo, deslizándolo en mi agujero mojado, cada centímetro me empujaba más hacia el borde.La sensación era abrumadora, el consolador me llenaba por completo.Me cogí con el juguete, mis gemidos resonando en las paredes del baño.El placer fue intenso, y sabía que necesitaba hacerlo de nuevo.