Entra en el teatro del egoísmo, donde un hombre se encuentra azotado y azotado en el escenario de la felicidad. Esta categoría es muy políticamente incorrecta y comparte la búsqueda 'desnuda' del propio cuerpo, la evidencia primitiva del deseo. Mira la realización del placer propio, cuando los artistas agarran los palos o sus manos se mueven arriba y abajo de sus genitales para obtener lo mejor. Estas ropas parecen contar una historia cruda, un espectáculo de la alegría de viajar solo, el poder del cuerpo humano para drogarse por sí solo. Es un espectáculo erótico egocéntrico apetecible que no tiene cobertura de las regulaciones de la sociedad.