El contenido erótico se enfoca en juegos largos y lamidas, muchas veces sobre una manta suave tirada en un futón. Los cuerpos se mueven sin prisa, con una mano deslizándose por un muslo en primer plano. En algunas escenas, hay un vaso de vino derramado al lado, dándole un toque especial al ambiente. Todo se trata de esos intercambios bien marcados.