Las escenas de hablo sucio giran en torno a palabras crudas que se sueltan mientras cogen en sofás mullidos. Hay parejas que se provocan y gritan cosas subidas de tono, tirados en salas desordenadas. En un clip, hasta un cojín viejo es empujado a un lado a mitad de la montada, manteniendo el foco en el intercambio caliente.